Se dice de Madeira que se trata de una "isla-jardín". Y no se exagera nada. Su ubicación en pleno Océano Atlántico, su enclave tropical, la influencia que sobre ella ejercen los vientos alisios y la permanente humedad de la que disfruta, hacen de esta isla (junto con el archipiélago que forma con sus diminutas acompañantes vecinas) un gran contenedor de plantas autóctonas y también procedentes de otras localidades mundiales de clima similar.
Aquí os traigo un pequeño reportaje de una también breve visita realizada este verano pasado, concretamente a finales del mes de julio y principios de agosto. Preciso este último dato porque poco después de mi estancia, un terrible incendio forestal arrasó alguno de los más importantes parajes naturales de los que, hasta entonces se podía disfrutar.
En esta primera entrada sobre la isla me centro en el Jardín Tropical Monte Palace, situado en el punto más alto del mirador que permite ver la empinada ciudad de Funchal, capital de la isla. En el municipio de Monte, uno de los afectados por el fuego.
De gestión privada, el Jardín de Monte Palace está situado en torno al Palacio el mismo nombre y recoge una gran variedad de plantas, tanto las pertenecientes a la flora propia de Madeira como a las de lugares mucho más alejados, tanto del continente americano vecino como incluso del asiático: laurisilva, especies autóctonas, plantas comestibles, jardines japoneses ... todo ello en un entorno bellisimo lleno de fuentes, esculturas, algunos animales en libertad, murales de azulejos antiguos, museos ...
En una posterior entrada os mostraré otra interesante colección de plantas: la del Jardín Botánico de la Universidad.
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